Para dar orientación sobre la sexualidad humana, estudiantes de la Escuela de Educación organizaron el foro “Amor, Sexualidad y Familia”, el cual fue dictado por la profesora Marisela Árraga, la profesora Susana Campo y la psicóloga Carolina Hernández, quienes lograron captar la atención de la comunidad universitaria de la Universidad del Zulia (LUZ).
La profesora Susana Campo, destacó que “la sexualidad es distinta al deseo”, dejando claro que el apetito sexual es innato en los seres humanos pero la fuerza de ésta puede ser riesgosa y destructiva. Así mismo hizo referencia al amor, la violencia y como los aspectos relacionados con la sexualidad influyen en las relaciones interpersonales que se establecen con la pareja.
Por otra parte, la profesora Campo enfatizó que no se puede sólo informar porque el “compromiso es orientar y crear conciencia, para así formar ciudadanos capaces de constituir relaciones maduras, donde resalte el respeto mutuo”.
No obstante, dejó claro que no se puede enseñar la sexualidad, más sí se puede dar directrices generando límites a los adolescentes para que aprendan a manejar el impulso sexual.
Sexuación, Masculinidades y Femenidades
Con una exposición basada en las teorías psicológicas de Sigmund Freud, Jacques Alaín Millar y Jacque Lacan, la psicóloga Carolina Hernández destacó que la sexuación es una elección de goce, y según Freud es polimorfa y subjetiva afirmando que el ser humano es constante en sus gustos sexuales desde la niñez hasta su madurez.
De igual manera señaló, que la relación de totalidad y complementariedad es imposible entre dos persona y que según Lacan, la mujer es un síntoma para el hombre. La psicóloga refiere que la mujer perfecta no existe pero esta debe enfocarse en su punto único que la hace diferente a las demás para así lograr un goce que si se efectúa.
Adultos Mayores
La profesora Marisela Árraga Barrios destacó que, el adulto mayor tiene total derecho a ejercer la sexualidad a pesar de los cambios característicos de la edad, se debe trabajar en función de la salud sexual porque el placer no cambia, sino la frecuencia con la que se siente.
Por otra parte, debemos contribuir al desarrollo sexual estableciendo programas de educación, o creando espacios de discusión en las escuelas u otros sitios de conversación, para así formar culturalmente a toda la familia en relación con la importancia de vivir la sexualidad.
Es deber de cada núcleo familiar tomar conciencia del bienestar sexual de todos sus miembros, estableciendo como parámetro el derecho a la sexualidad, desmitificando la concepción de ésta, manteniendo vigente la sexualidad y respetando
Argelis Ramos/Pasante FHE
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